Bueno para el espíritu... Y para el cuerpo también!!!
Tener un perro significa ocuparse de el. Hay que sacarlo a pasear, hacerlo correr o incluso jugar con el. La vida se ha echo muy sedentaria y necesitamos hacer ejercicio físico regularmente para mantenernos sanos, el caminar y hacer actividades físicas con nuestro pichicho nos beneficia a ambos.
Perros y niños: Hechos el uno para el otro!!!
Para un niño, un perro es maravilloso confidente y un compañero de juegos ideal, que esta siempre de buen humor y tiene mucha paciencia. El contacto con un animal hace que incluso los niños más introvertidos muestren una actitud muy diferente de la habitual. Se sienten seguros y no dudan en expresar sus emociones.
Si el niño participa en la educación y el entrenamiento del animal, se sentirá orgulloso de hacer obedecer a su pichicho, tendrá un sentimiento de responsabilidad y también ganará confianza en sí mismo.
El dueño responsable.
Traer un perrito al hogar es un evento que hay que preparar bien.
Cualquiera sea la raza, es primordial que sea compatible con el estilo de vida de sus dueños.
El futuro propietario debe tener en cuenta todas las ventajas pero también las restricciones y obligaciones vinculadas con la posesión de un perro antes de adquirirlo.
Sea siempre coherente en sus reacciones: Su cachorro no puede entender que algo es tolerado un día le sea prohibido al día siguiente.
Si su perro hace algo que está mal repréndalo solamente si lo atrapa justo en el momento en que lo esta haciendo. De lo contrario, su pichicho será incapaz de establecer una relación entre el acto y la reprimenda.
Visitar al veterinario
Recomiendo visitar al veterinario de cabecera por lo menos una o dos veces por año para cuidados básicos, como vacunarlos, desparasitarlos, el control del peso, etc.
Una dieta adecuada puede actuar en la prevención y el tratamiento de ciertas afecciones.
La convivencia con mi perro
La educación de un cachorro debe comenzar desde su más temprana edad, es el momento en que dispone de una excelente capacidad de aprendizaje.
Un perro bien educado es aquel que ha incorporado algunas reglas de vida en sociedad, esenciales para la felicidad de todos.
La independencia.
Su cachorro debe aprender a quedarse solo y a tolerar las ausencias de sus dueños sin sentir stress. Hay que evitar ocuparse demasiado de él antes de partir y no manifestar demasiada alegría al volver. Así el cachorro aceptará mucho mejor los momentos de soledad.
El Juego.
Las primeras lecciones se trasmiten en forma de juego, por ejemplo que aprenda a traer un juguete para volver a dárselo. Al ser una ocasión de placer y de comunicación, el juego, como en las personas, crea una relación de confianza.
